Hola a todos,
Este fin de semana no he podido escribir ninguna entrada debido a que en nuestra segunda casa no hay teléfono fijo, no hay wifi y tampoco hay cobertura. Y no, no está en medio del campo o perdido entre las montañas, está en la ciudad, aun así es lo que hay.
A esta casa venimos cada dos fines de semana, y justo el día antes de ir tiemblo, de las pocas ganas que tengo de quedarme incomunicada. Pero la verdad, los domingos cuando vuelvo a mi casita, vuelvo muuuucho más relajada, sin dolores de cabeza, ni nada. Relajada total.
Es la mejor forma que existe de desconectar. Porque por mucho que te vayas a un hotel de 5* con spa, cama de 2 km, y buffet para rebentar, no te separas del teléfono -¿verdad?- y siempre estas pendiente de él, y no acabas de relajarte del todo, o al menos eso me pasa a mi, quizas soy rarita no sé -jejeje-.
Así que nada, con lo relajadita que estoy voy a terminar de disfrutar lo que queda de domingo y a empezar la semana con muchas ganas. Ánimos para todos.
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